Miles de personas tomaron las calles de la capital este domingo 31 de agosto para expresar su hartazgo frente a lo que consideran un gobierno indiferente, corrupto y cada vez más alejado de las necesidades de la población. La marcha, que partió de la Diana Cazadora sobre Paseo de la Reforma, reunió a colectivos, organizaciones civiles y ciudadanos de todos los sectores con un mismo objetivo: defender la libertad y la democracia en México.
Entre los contingentes destacaron las madres buscadoras que, con fotografías de sus hijos desaparecidos, recordaron el dolor y la impunidad que enfrentan día a día. También participaron padres que exigen medicamentos para niños enfermos, representantes de mercados populares y jóvenes que manifestaron sentirse defraudados y sin voz en el rumbo político actual.
“Nos duele ver cómo nuestro país sigue caminos similares a los de naciones donde la democracia fue destruida por la ambición de sus gobernantes”, señaló Alessandra Rojo de la Vega, alcaldesa de Cuauhtémoc, quien estuvo presente en la movilización. Aseguró que el movimiento busca impedir que México caiga en el silencio y la pobreza a la que han sido condenados otros pueblos de Latinoamérica.
El evento se consolidó como un punto de encuentro entre diversos sectores sociales que, más allá de sus diferencias, coincidieron en la urgencia de levantar la voz. “Queremos que nuestras necesidades sean escuchadas; no pedimos dádivas, pedimos justicia y apoyo real”, expresó un representante de comerciantes de la capital.
Con discursos, pancartas y consignas, los asistentes coincidieron en que este es apenas el inicio de una resistencia nacional cuyo motor principal es el amor a México y el compromiso con un futuro distinto. “Hoy empieza algo que puede cambiarlo todo”, afirmó Rojo de la Vega, quien invitó a los ciudadanos a dejar de ser espectadores y convertirse en protagonistas de su propia historia.
El mensaje que se escuchó con fuerza fue claro: México no debe ser hundido en la miseria ni en el miedo. La resistencia se levanta para defender la soberanía, la democracia y la libertad.