La vida en el espacio es un desafío único, y uno de los aspectos más esenciales para mantener a los astronautas saludables y enérgicos es su alimentación. Aunque la alimentación en el espacio presenta desafíos únicos, la tecnología y la innovación continúan mejorando la experiencia culinaria de estos héroes modernos.
En primer lugar, debido a la falta de gravedad los alimentos se descomponen más rápidamente, así que los astronautas dependen de alimentos empacados al vacío. Este método ayuda a preservar la frescura de la comida durante períodos más largos y evita la proliferación de bacterias. Otro recurso clave en la dieta espacial son los alimentos deshidratados. Las frutas, verduras y proteínas se deshidratan para reducir su peso y tamaño, lo que facilita el transporte desde la Tierra hasta la estación espacial. Los astronautas simplemente añaden agua para rehidratar estos alimentos antes de consumirlos.
La falta de gravedad también presenta un desafío para disfrutar algo tan común como una taza de café. Por ello, en lugar de las tazas convencionales, los astronautas utilizan bolsas con popotes para evitar que las gotas de líquido floten en gravedad cero. Además, se han desarrollado versiones en polvo del café para facilitar su preparación. Aunque la comida espacial está diseñada para ser nutritiva, las agencias espaciales también están explorando opciones para mejorar la experiencia gastronómica de los astronautas. Se han llevado a cabo experimentos para cultivar verduras en el espacio, lo que abre la posibilidad de tener huertos espaciales y alimentos más frescos en el futuro.
¿Por qué la quinoa es especialmente benéfica para los astronautas?
En la búsqueda de una dieta óptima para mantener su rendimiento en el espacio, los astronautas recurren a alimentos como la quinoa, una elección respaldada por la NASA. Este grano se ha convertido en un elemento clave en su alimentación, presente en galletas y barras energéticas, pero preferiblemente consumido en su forma natural, sin aditivos ni azúcares. La quinoa ha ganado reconocimiento gracias a su perfil nutricional excepcional. Rico en vitaminas B2, B6, C y E, su contenido mineral duplica el de otros cereales convencionales como el maíz y el trigo, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera. Además, ofrece beneficios como antioxidantes, fructooligosacáridos, ácido fólico y omega 3, destacando por su aporte significativo de fibra y bajos niveles de grasas. La ausencia de gluten en la quinoa la convierte en una opción ideal para los astronautas, evitando problemas gastrointestinales que podrían surgir con otros cereales. Su versatilidad la hace apta para cualquier momento del día, desde el desayuno hasta la cena.
La quinoa no solo cumple con las necesidades nutricionales, sino que también contribuye al bienestar físico. Sus propiedades ayudan a mejorar el metabolismo, previenen enfermedades degenerativas y, sorprendentemente, fomentan el aumento de masa muscular. La presencia de hierro, calcio, fósforo y magnesio en la quinoa es clave en este aspecto, ya que el magnesio facilita la síntesis de proteínas, protege los músculos y contribuye al funcionamiento del sistema nervioso. Este superalimento se ha ganado la preferencia no solo en el espacio, sino también entre atletas que buscan un impulso nutricional. Por ejemplo, con al menos 100 gramos de quinoa en su dieta, los deportistas aprovechan las proteínas vegetales sin preocuparse por un exceso de grasas. La quinoa es, pues, un aliado nutricional versátil para los astronautas, lo que demuestra que su beneficio va más allá de lo terrenal.
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