Las gorditas de maíz quebrado son un manjar imperdible en el semidesierto queretano, especialmente las del municipio de Tolimán, donde se preparan de forma artesanal con una receta que tiene más de 100 años de historia. Este delicioso antojito prehispánico, traído por Doña Virginia, se ha convertido en todo un ícono culinario en la región y más allá. Cristina León, quien creció viendo a su abuela vender gorditas en Tolimán, recuerda con cariño la tradición familiar:
Desde que era niña ella ya vendía gorditas aquí, con su comalito de barro, su carbón, su leñita, su cafesito y su atole y unos tamales de mole muy deliciosos, aún todavía la nieta o la bisnieta sigue con esa tradición.
Juanita González, otra vendedora de gorditas de maíz quebrado en la zona, resalta la importancia de Tolimán en la historia de este antojito:
Son muy sabrosas jajaja, y aparte aquí empezaron las gorditas, aquí y de aquí ya empezaron a irse hay mucha gente que de aquí sale empieza a hacer gorditas en otras y de aquí empieza a hacerlas allá, pero de aquí son.
En el mercado de Tolimán, se puede disfrutar de una amplia variedad de gorditas, elaboradas con maíz quebrado y rellenas de queso, migajas y una gran variedad de guisos, como carne deshebrada, chicharrón, nopales, huevo, salchichas entomatadas, entre otros. Además, durante la Cuaresma, se ofrecen opciones especiales como chiles rellenos, huevo hervido, arroz, rajas y champiñones. Óscar Molina Santiago, uno de los clientes habituales, elogia la calidad y el sabor único de las gorditas de Tolimán:
Tienen más ingredientes, la preparación de los alimentos, de la masa, también tiene, está más martajadita como conocemos aquí la gordita y el sabor sí no lo encuentras en otro lado.
Las gorditas de maíz quebrado de Tolimán atraen a visitantes de todo el estado, ansiosos por probar el sabor incomparable de este platillo tradicional, que es todo un símbolo de la gastronomía queretana.
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