El centro de la ciudad de Querétaro se ilumina con colores navideños y, en medio de la festividad, resuena la melodiosa música de David Quintero, un apasionado violinista cuya historia es tan cautivadora como su talento. Desde la temprana edad de 8 años, David encontró en la música una forma de terapia para calmar su hiperactividad. Fue así como se enamoró de los sonidos de las cuerdas del violín, un gusto musical que ha perdurado por 40 años. Al respecto, David comparte:
El gusto que me da por comer un chocolate es el mismo al agarrar el instrumento y ponerme a tocar.
En la actualidad, David se presenta en diversas calles del centro de Querétaro, llevando consigo su violín y deleitando a ciudadanos y turistas por igual. Su música, llena de pasión y destreza, ha captado la admiración de quienes pasean por las noches en la zona. El violinista no solo comparte su arte, sino que ha convertido su pasión en su medio de vida. Gracias a las contribuciones de aquellos que disfrutan de su música, David ha logrado sacar adelante a su familia. Sus melodías resuenan no solo en las calles, sino también en los corazones de aquellos que reconocen y valoran su talento. Ciudadanos como Óscar Hernández expresan su asombro:
Es increíble que puedan tener esos espacios y compartir su arte.
Así, el escenario navideño, con el árbol y las luces, se convierte en el telón de fondo perfecto para la actuación de David. Jorge Maya, otro admirador, expresa:
Es algo muy padre que vas caminando por el centro y disfrutas un poquito de lo que es la música, el talento de otras personas.
La música de David se ha convertido en un regalo para la comunidad, una experiencia que enriquece las noches de quienes transitan por las calles del centro. Además de su éxito personal, David ha logrado transmitir su amor por la música a las generaciones futuras. Sus hijos, inspirados por su dedicación, también han emprendido el camino musical desde temprana edad, soñando con seguir los pasos de su talentoso padre.
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