En Querétaro, algunos ciudadanos han expresado haber experimentado situaciones de violencia en el ámbito laboral, aunque por necesidades económicas han optado por tolerar estos actos. Gonzalo Campos, por ejemplo, compartió su experiencia:
Pues sí, la mera verdad, lo cual me ha hecho a mí buscar otras opciones, pero sí hay patrones que de veras tratan muy mal al trabajador.
Existe un consenso entre algunos testimonios que enfatiza la importancia de tratar a todos los trabajadores con respeto en el entorno laboral. Se argumenta que nadie debería ser objeto de maltratos, ya que se aboga por la creación de un ambiente laboral saludable. En palabras de Francisco Arreguín, quien ha sufrido violencia:
Porque somos humanos y nos merecemos un respeto todos, así como nosotros cumplimos con nuestro trabajo, deberían también cumplir con nuestros derechos.
Según estadísticas de la Organización Mundial del Trabajo publicadas en su portal, se estima que una de cada cinco personas ha experimentado al menos una forma de violencia laboral. Marco Antonio Malagón, un ciudadano, reflexiona sobre este fenómeno:
Creo que es por la cultura que tenemos, la violencia la vemos como si fuera parte de y no es parte de, no debería haber ningún tipo de violencia.
¿Sabes qué es el mobbing o acoso laboral?
El mobbing o acoso laboral constituye un serio problema que impacta a numerosos trabajadores, convirtiendo la rutina laboral en una auténtica pesadilla. La violencia en el entorno laboral es una realidad que puede tener efectos perjudiciales en la salud mental y emocional de aquellos que la experimentan. Enfrentar esta situación demanda valentía y acción. En primer lugar, es esencial identificar claramente los comportamientos abusivos, documentando incidentes, fechas y personas involucradas.
Es crucial compartir la situación con alguien de confianza, ya sea un colega de trabajo o un amigo, para obtener apoyo emocional. Considera comunicar la situación a recursos humanos o a tu superior, proporcionando evidencia documentada, dado que las empresas suelen contar con políticas contra la violencia laboral y están obligadas a abordar este problema.
En caso de que la situación persista, buscar orientación legal es fundamental. Consultar con un abogado laboral te permitirá entender tus derechos y explorar opciones disponibles. Si sientes que tu bienestar está en peligro, contempla la posibilidad de contactar a las autoridades pertinentes. La PROFEDET ofrece orientación, asesoría y representación gratuita ante las autoridades laborales competentes en situaciones de violencia laboral, abarcando casos de discriminación laboral, acoso laboral, hostigamiento y acoso sexual.
¿Cuáles son algunos tipos de violencia laboral?
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ofrece una definición clara de la violencia laboral, considerándola como “la acción verbal o psicológica de índole sistemática, repetida o persistente por la que, en el lugar de trabajo o en conexión con el trabajo, una persona o un grupo de personas hiere a una víctima, la humilla, ofende o amedrenta”. Dentro de esta categoría, se identifican diversas formas de violencia laboral, entre las que destacan:
- Discriminación laboral: esta forma de violencia laboral anula el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos laborales, teniendo en cuenta diferencias biológicas, sociales, culturales y de género de las personas.
- Hostigamiento: el hostigamiento implica el ejercicio del poder en una relación de subordinación real de la víctima frente al agresor en el ámbito laboral. Puede manifestarse a través de conductas verbales, físicas o ambas.
- Acoso sexual: se refiere a un ejercicio abusivo de poder que genera un estado de indefensión y riesgo para la víctima. Puede manifestarse en diversas conductas, como violencia verbal, física y exposición de imágenes de naturaleza sexual.
Como ves, la violencia laboral puede ser de tipo verbal, lo cual abarca piropos o comentarios no deseados en relación a la apariencia física o sexual; así como burlas, comentarios o preguntas incómodas sobre la vida sexual o amorosa. Promesas implícitas o explícitas de trato preferente o beneficios, como ascensos, incremento de sueldo, o contratación a cambio de favores sexuales.
En cuanto a la violencia física, esta abarca la exposición de imágenes de naturaleza sexual; miradas o gestos sugestivos que incomoden; cartas, llamadas telefónicas, correos electrónicos u otros mensajes de naturaleza sexual no deseados; así como contactos físicos no deseados, bloquear el paso con gestos sexuales o forzar besos y abrazos, espiar e, incluso, puede llegar a casos muy graves como la violación.
Es importante destacar que la violencia laboral a menudo se presenta de manera suavizada o disfrazada, lo que facilita que la parte opresora descalifique cualquier reclamación, argumentando exageración, hipersensibilidad o paranoia. Esto no hace más que prolongar la agresión original.
Si te enfrentas a violencia o discriminación laboral, es fundamental acercarte a PROFEDET con elementos probatorios. Puedes presentar documentos, fotos, videograbaciones, grabaciones de voz u cualquier otro medio electrónico como prueba. La entidad también considera testimonios de testigos para evaluar la procedencia del caso. Recuerda que la denuncia es crucial para poner fin a estas prácticas y proteger tus derechos laborales.
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