La historia de Gustavo: Una vida sin límites desde el corazón de Querétaro

Esa es la filosofía de Gustavo Martínez, quien desde hace 30 años padece una discapacidad en su brazo a causa de un accidente. Gus, como es conocido en el Jardín Guerrero del Centro Histórico de Querétaro, contagia a propios y extraños con su gran carisma al momento de vender sus productos para sustentar a toda su familia.

Gustavo Martínez: Trabaja para el sustento de su familia
“Pues ya tengo 20 años y la verdad soy el sustento de mi familia. Como te comento, tengo un hijo de 15 años, entonces ahorita está en el curso de la preparatoria. Estoy con muchas ganas y mucho ánimo para echarle ganas a la vida y al sustento más que nada, pues personal y de la familia”.

A pesar de las dificultades que ha enfrentado, Gustavo encuentra en su hijo su mayor motivación para salir adelante. Es a través de su puesto de dulces que quiere demostrar su fuerza y su independencia.

Gustavo Martínez: No busca depender de nadie
“La necesidad, más que nada, pues es salir adelante uno mismo, porque si ya no tienes quien te respalde económicamente, pues tú mismo tienes que salir adelante para poder sobrevivir más que nada y no ser dependiente de nadie”.

La atención a sus clientes es fundamental, y la experiencia comienza desde una sonrisa y los buenos días, para dejar un poco de su esencia entre las personas.

Gustavo Martínez: Atención de calidad para sus clientes
“Más que nada es una sonrisa y una alegría; eso me ha traído este tiempo, que son 20 años que estoy aquí vendiendo. Pienso yo que me ha caracterizado el buen humor, el ‘Hola, buenos días’, el ‘¿Cómo estás? ¿Qué tal?’, y eso yo pienso que me caracteriza”.

Gustavo Martínez: Vive la vida
“Vivir la vida, ser felices y echarle ganas a la vida”.

Bruno Díaz, Fuerza Informativa Azteca.