Zerímar tiene 15 años rapeando, arte que ve como una forma de sanar, resistir y conectar, con él mismo y con aquel que escuche sus rimas en el Centro Histórico de Querétaro.
Te puede interesar: Tradición, esfuerzo y dulzura: Francisca y su vida como comerciante en el mercado Reforma de San Juan del Río
Zerímar conoció la música y conectó con ella:
“Desde los 5 años, empecé a escuchar música, yo no era del rap, era pop, pero a los 8 años conocí la música rap y a los 15 me animé a escribir”.
Es una forma de expresarse; el rap no solo es su talento, es su refugio
Zerímar, el rap es su terapia:
“Para mí significa mucho, me ha salvado la vida, también es terapia porque todo lo que tú sientes, lo sacas. Y quitarme muchas cosas de encima”.
El romanticismo es su punto fuerte Aunque toca diversos temas, su sello está en el rap romántico.
Zerímar, escribe letras sobre el amor:
“Yo me considero rap romántico, es mi fuerte, pero también hago rap social y de todo, hago de todo, pero lo mío, lo mío es el rap romántico.”
El apoyo de las personas lo motiva a continuar su rap
Las personas son su motor. Cada sonrisa, cada aplauso, cada permiso para cantar, le recuerdan que vale la pena seguir.
Lo motivan las personas
“La gente. La gente hace que no me rinda. Por mí yo ya, ya desde cuándo lo hubiera dejado.”
Rompe estigmas e inspira a niños
Zerímar también busca transformar la imagen del rap: que sea visto como un arte, no como un prejuicio.
Zerímar, cambia la imagen del rap:
“No sabes la cantidad de niños, cómo se emocionan, cómo se me acercan, hasta bailan mis canciones, y es una gran lección para mí que los papás vean que un rap mal tachado, vean que no es malo”.
También te puede interesar: Trompeta maya: Instrumento ancestral cobra vida en manos de un queretano
Una carrera que ha formado a través del corazón y la gratitud
Hoy agradece cada espacio, cada oído y cada oportunidad. Zerímar no olvida a quienes le han tendido la mano.
Pozole de camarón: el platillo estrella del Mercado de La Cruz en Querétaro