Jonathan Guzmán ha dedicado más de una década a tocar y fabricar la trompeta maya; un instrumento ancestral que conoció en línea, hasta que su destino cambió cuando conoció a alguien que materializó su interés.
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Jonathan Guzmán, su curiosidad lo llevó a aprender
“Por azares del destino conocí a un señor que los hacía en Puerto Escondido, Oaxaca. Y de ahí él me enseñó cómo respirar, cómo mantener el aire.”
Dominó la técnica de la respiración circular
Jonathan domina la respiración circular, una técnica que tardó un mes en aprender y que le permite mantener un sonido ininterrumpido.
Jonathan Guzmán, un instrumento ancestral
“Se dice que es un instrumento que usaban los mayas. Está el mural de Bonampak donde se ve la representación del instrumento. Se le conoce como trompeta maya o hómpach”.
Comparte su pasión en el Centro Histórico
Jonathan toca en el Centro Histórico de Querétaro, acompañado de sonidos modernos que reproduce desde una bocina.
Jonathan Guzmán le da vida al instrumento
“Once años, ahora ya en día ya los hago, los elaboro yo también. Me voy por ellos a darles vida porque, pues realmente están tirados y nadie los ocupa. A eso me dedico actualmente: a construirlos también. Y tocar en la calle, en el centro, aquí de Querétaro.”
Elaborados con quiote y cera de abeja
Su construcción mantiene la tradición como lo hacían los pueblos originarios.
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Jonathan Guzmán, fabricación artesanal
“Justo del quiote del maguey, esta flor que vemos en medio del agave. Si no se hace el proceso del pulque, empieza a crecer el quiote. Lo de arriba es cera de abeja, que también en los aborígenes lo hacían así. Es la forma tradicional.”
Montse Macías, Fuerza Informativa Azteca.
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