Todo dio inicio por medio de una canción del dúo Ha-Ash, que está incluida en la banda sonora de una película animada y que se volvió viral en redes sociales. No obstante, en lugar de videos relacionados con la película, usuarios de distintas plataformas comenzaron a compartir videos de personas trabajando de noche o madrugada acompañados de esta canción. Fue así que nació el término de las “hadas chambeadoras”.
Te puede interesar: Así puedes crear el video con efecto Sirena bajo el mar para compartirlo en tus redes
¿De qué trata esta tendencia?
Estos videos muestran a personas realizando sus labores como trabajadores de limpieza, repartidores, veladores, empleados de mantenimiento y demás gente que trabajan mientras la mayoría de las personas se encuentran descansando. La idea central de este tipo de contenido es mostrar cómo estos oficios, que muchas veces pasan desapercibidos, pero permiten que el mundo funcione.
Aunque estas personas no sean seres mágicos “hadas” hacen que sus labores sean fundamentales para el día a día.
¿Por qué se volvió algo más que una simple tendencia?
Con el transcurso de los días, este contenido cambió totalmente de contexto. Usuarios de redes sociales comenzaron a usar este formato de manera creativa y sarcástica para liberar la carga emocional y física que generan sus trabajos.
De esta manera nacieron términos llenos de humor y sarcasmo:
- Explot-hada
- Cans-hada
- Endeud-hada
- Lastim-hada
- Enoj-hada y Retir-hada
También te puede interesar: ¿Sientes que alguien te da señales pero nunca da el siguiente paso? ¡Cuidado con el breadcrumbing!
¿Qué representa esta tendencia realmente?
Más allá de lo entretenida que puede resultar esta tendencia, este contenido refleja la realidad de miles de personas que en ocasiones pueden pasar desapercibidas, pero son parte fundamental para el desarrollo de la economía día con día.El uso de este término es una forma sarcástica de recordar que estas personas hacen posible que el mundo funcione sin necesidad de magia.
Jóvenes cuidan el uso de las redes sociales en Querétaro: ¿cómo lo hacen?