Sara Guzmán Alejandres domina el arte de confeccionar muñecas de trapo en Querétaro
Las muñecas de trapo, un juguete tradicional con historia, han logrado permanecer como un símbolo de creatividad y afecto a lo largo de los años.
Las muñecas de trapo, un juguete tradicional con historia, han logrado permanecer como un símbolo de creatividad y afecto a lo largo de los años. Este juguete, considerado uno de los más antiguos para las niñas, es elaborado con materiales sencillos como tela y rellenos de trapos u otros elementos que ayudan a dar forma a sus extremidades. Cada muñeca se convierte en una pieza única, confeccionada a mano y llena de significado cultural.
Origen de las muñecas de trapo
Históricamente, las muñecas de trapo datan de la época egipcia. En aquel entonces no contaban con rasgos faciales, pero con el tiempo, han evolucionado para representar de manera más cercana a las niñas que las poseen. Hoy en día, estas muñecas destacan por sus diseños sencillos pero encantadores, con cuerpos suaves, rasgos mínimos y ropa que sigue las tendencias modernas.
El arte de confeccionar muñecas de trapo en las manos de Sara Guzmán
Sara Guzmán Alejandres, creadora de muñecas de trapo en Querétaro, compartió cómo nació su pasión por este arte: “Yo ya tenía antecedentes de que me gusta mucho la costura, mi mamá fue modista, entonces ella me enseñó a coser y la muñeca viene creada con la inspiración de que ella me hizo una muñeca de tela cuando yo era niña, me encantó esa muñeca que mi madre me hizo”.
Este vínculo emocional se refleja en cada pieza que produce, uniendo tradición y creatividad. Para Sara, el deseo de tener una muñeca de trapo durante su infancia fue una motivación que se transformó en un proyecto emprendedor. “Siempre quise una muñeca de tela, desafortunadamente los Reyes nunca me trajeron una, pero eso fue lo que me motivó más adelante a hacer un proyecto que pudiera yo hacer como un negocio, emprender haciendo lo que más me gusta, que son manualidades, artes manuales”, confesó.
Actualmente, estas muñecas no solo son juguetes, sino también piezas coleccionables que despiertan emociones y conectan con diferentes contextos culturales y personales. Sara destaca que su objetivo principal es llevar felicidad a quienes adquieren sus creaciones. Según explica, cada muñeca tiene un propósito especial: “No tiene nombre porque eso es lo que queremos, que quien adquiera una muñeca de estas la personalice, le ponga el nombre que les gusta y también las pueden personalizar en el vestuario. Eso es muy importante: que se llevan una pieza hecha a mano, personalizada totalmente”.
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