Dejar de fumar es todo un reto, pero no imposible: esto comparten los especialistas en Querétaro
Dejar de fumar es un reto que puede ser superado con voluntad firme y un acompañamiento multidisciplinario, según especialistas. Así lidian con el problema los ciudadanos en Querétaro.
Dejar de fumar es un reto que puede ser superado con voluntad firme y un acompañamiento multidisciplinario, según especialistas. Para lograrlo, es clave contar con el apoyo de profesionales de la salud, como psicoterapeutas, nutriólogos y, en algunos casos, psiquiatras, que brindan el soporte necesario para enfrentar la adicción al tabaco. Esto comparten algunos especialistas en Querétaro.
Evelyn Constantino, psicoterapeuta, explicó que la terapia es un componente valioso para quienes buscan dejar el cigarro, pero subrayó que el proceso implica la intervención de diferentes especialistas. “La terapia puede ser un complemento, pero es un trabajo multidisciplinario que incluye desde nutriólogos hasta médicos, y en algunos casos, psiquiatras”, señaló.
El tabaquismo sigue siendo un problema de salud pública en México. De acuerdo con las autoridades federales de salud, en 2024, el número de fumadores alcanzó los 17.3 millones, con un incremento en comparación con 2023, cuando la cifra rondaba los 15 millones. Lo alarmante es el aumento del consumo entre jóvenes de 12 a 17 años, lo que ha impulsado la creación de programas para reducir este fenómeno.
Patricia Gutiérrez, una ciudadana preocupada en Querétaro, indicó que el entorno social influye considerablemente en los jóvenes: “A veces las amistades y el ambiente en el que se desenvuelven afectan, además de que en las tiendas venden cigarros sueltos”, comentó.
El tabaquismo no solo representa un riesgo de adicción, sino que está vinculado a múltiples enfermedades graves. Según un informe, el cigarro contiene más de 4,000 sustancias tóxicas, como la nicotina, que es altamente adictiva. Entre las enfermedades más comunes asociadas con el consumo de tabaco se encuentran problemas cardíacos, pulmonares, cerebrovasculares, la EPOC, diabetes y cáncer.
Aunque dejar de fumar es un desafío, hay quienes lo han logrado. Ingrid Barreal, quien comenzó a fumar a los 14 años, dejó el cigarro hace cinco años con pura fuerza de voluntad. “Un día me levanté y dije: ya no voy a fumar. Cuando uno tiene fuerza de voluntad, se puede todo”, compartió.
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