El consumo de alcohol impacta procesos importantes en el cerebro, afecta la coordinación y modifica el estado de ánimo, aun durante semanas de abstinencia. En órganos como el corazón y el hígado, el riesgo de arritmias, presión alta y enfermedades graves aumenta incluso cuando se bebe solo ocasionalmente.

¿Qué otros daños ocasiona?

El daño también alcanza al páncreas, al sistema inmune y a la estructura del cerebro, donde algunas células se activan y refuerzan la capacidad adictiva de la sustancia. Beber en exceso reduce las defensas por un día completo y puede incrementar la gravedad de hemorragias cerebrales, según estudios.

Video: Montserrat Ortega.

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