La noche del pasado 24 de marzo, un automovilista presuntamente en estado etílico, embistió a María Irene Juárez y a su familia en el paradero de la comunidad de Corea sobre Paseo de la República en la zona norte de la capital queretana, causando que María Irene perdiera sus dos piernas.
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La señora Juárez pide que se haga justicia de su caso ya que hasta el momento no ha habido reparación del daño por parte del responsable.
El accidente ocurrió alrededor de las 10 de la noche cuando la señora María Irene había salido de su domicilio en Santa Rosa Jauregui en compañía de dos adultos y tres de sus nietos, con la intención de dar gracias a la virgen de Guadalupe en una peregrinación. Iban camino a tomar el transporte en el paradero de Corea cuando un vehículo que circulaba a más de 100 kilómetros por hora se abalanzó sobre ella.
“Yo recuerdo ese día que llegué, mi hijo el más chico tenía una fiesta de su niña, entonces nos invitaron, pero yo ya tenía planes de salirme a San Juan de Los Lagos a ver a la Virgen. Mi hijo no tenía saldo, pero yo le mandé la ubicación dónde estábamos, ya en Corea, yo no recuerdo el momento del accidente, lo que recuerdo es que mi nieto estaba bailando en las banquitas, yo estaba en la primera banca, pero ya de ahí no supe, nada más recuerdo que yo gritaba, pedía auxilio que mis pies, pero ya no supe”, explicó la señora Irene.
Según los reportes policiales emitidos en el lugar, en el vehículo implicado que arrolló a la señora Irene y destrozó el paradero, viajaban dos personas: uno de ellos que presuntamente se encontraba bajo los influjos del alcohol que se dio a la fuga a pie después del accidente, mientras que el otro que se identificó como el propietario del vehículo fue detenido.
Los elementos de la Guardia Nacional tomaron conocimiento de que no se encontraba bajo los efectos del alcohol, pero a pesar de que fue detenido y remitido ante la autoridad competente, al paso de las horas logró quedar en libertad al realizar el pago de la multa.
La señora Irene fue trasladada al Hospital General con sus piernas destrozadas, para posterior ser llevada al hospital Moscati donde se le realizaron tres cirugías de alto riesgo donde finalmente se le amputaron sus piernas.
“Me amputaron las dos piernas, ninguna, quedaron deshechas mis piernas, fueron como tres, tres cirugías y pues que se haga justicia, porque la verdad, hay tanta gente, que pues sale uno de su casa verdad y no sabe cómo va a llegar uno, yo pediría justicia, justicia para mí, porque ya me quedé imposibilitada para poder, ahorita en un tiempo, para poder trabajar, yo era cocinera, trabajaba para los comedores empresariales”, comentó la señora Irene.
Hasta el momento, los jóvenes implicados en el accidente no se han acercado a la señora Irene para hacerse responsables, la cuenta de los hospitales ha ascendido a 2 millones de pesos que ha sido costeado por sus familiares y conocidos. La señora María Irene ha perdido su única fuente de ingresos en una empresa ubicada en Juriquilla tras el accidente.
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