¿Quién fue Björn Andrésen?
Björn Andrésen fue un reconocido actor sueco nacido en Estocolmo en 1955. Su vida desde temprana edad fue marcada por tragedias, ya que creció sin padre y perdió a su madre por suicidio a los diez años. Vivió con sus abuelos durante su infancia y adolescencia, quienes lo alentarían a buscar la fama sin importar que.
“Muerte en Venecia”: una condena para Andrésen
A inicios de los años 70, el director italiano Luchino Visconti buscó por toda Europa al adolescente que encarnara la belleza absoluta, imaginada por Thomas Mann en su novela “Muerte en Venecia”. En Estocolmo encontró a Björn Andrésen, un tímido estudiante de música de 15 años, presentado al casting por su abuela.
Visconti quedó fascinado y lo contrató. Su personaje, Tadzio, se convirtió en símbolo de perfección, un joven de mirada pura y belleza inalcanzable, capaz de inspirar tanto admiración como obsesión.
Después del estreno de la película, la cual fue presentada en Londres ante la reina Isabel II y la princesa Ana, Visconti proclamó públicamente que Björn era “el chico más bello del mundo”. Aquella frase, que lo catapultó al estrellato, también se convirtió en una etiqueta imposible de sostener.
De huérfano a estrella de cine mundial
El joven actor fue convertido en ícono global, especialmente en Japón, donde inspiró personajes de manga y anime, grabó canciones y participó en campañas publicitarias. Sin embargo, esa repentina fama lo sumió en una espiral de soledad y adicciones. En el documental “El chico más bello del mundo” (2021), Andrésen reveló que aquella etapa lo marcó profundamente ya que sentía que lo estaban explotando.
A pesar de todo, Björn continuó trabajando como músico y actor, participando en producciones suecas, japonesas y en cintas como “Midsommar” (2019), donde su aspecto envejecido y melancólico evocó, de forma simbólica, el paso del tiempo sobre aquella belleza idolatrada.
¿Qué se sabe de su muerte?
Fue durante la noche del 26 de octubre que se comunicó el fallecimiento del actor a los 70 años, el cuál fue confirmado por su hija, Robine, y el director de su documental, Kristian Petri, a un medio sueco llamado Dagens Nyheter. Por el momento aún se desconocen los motivos de su muerte, pero se espera que en la posteridad se confirme.
La historia de Björn nos recuerda que detrás de las figuras “inalcanzables” del cine existen vidas reales, vulnerables, que en ocasiones son devoradas por las expectativas. Björn Andrésen nunca quiso ser un símbolo, pero su rostro seguirá siendo un espejo de lo que el arte alguna vez llamó la belleza imposible.









