Surgió como un veneno de la bacteria Clostridium botulinum pero en medicina se utiliza para relajar músculos hiperactivos y tratar condiciones como migrañas crónicas, estrabismo y sudoración excesiva, pero también se usa para la estética, urología, dermatología y odontología.
Esta toxina debe ser aplicada por un experto debido a los músculos, nervios y venas que existen en la zona ya que existen riesgos si se abusa de la cantidad, puede ocasionar dolor y hematomas, puede causar debilidad, problemas en la visión o al hablar.
Información de Lorehna Vega.
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