Impulsada por la curiosidad, Reina Martínez aprendió observando y practicando el arte del bordado. Su constancia la llevó a dominar cada detalle, creando piezas únicas que pueden tardar hasta cinco días en completarse.

¿Qué impacto ha tenido su trabajo?

Gracias al interés de sus clientes, Reina logró convertir su talento en un pequeño negocio en Tolimán. Participa en eventos artesanales locales donde comparte su oficio y da a conocer el valor de lo hecho a mano.

Con información de: Montse Macías.

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