Según los especialistas, el ronroneo mantiene un patrón estable en cada gato, lo que lo convierte en una especie de sello personal que no se modifica ni siquiera al cambiar el ambiente o el estado emocional. El maullido, al contrario, es mucho más flexible y depende del tipo de interacción con las personas.
¿Qué hace distinto a cada sonido?
Mientras el maullido se ajusta al momento para pedir atención, expresar incomodidad o demandar comida, el ronroneo se mantiene como un sonido grave y continuo ligado a la cercanía, la calma o situaciones de contacto social.
Video: Montserrat Ortega.
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