Mauricio es un hombre cuya vida cambió luego de abandonar su trabajo en la industria para comenzar su propio emprendimiento: poner su negocio de raspados. Fue una decisión difícil de tomar; sin embargo, el precio a pagar era su felicidad.
Mauricio Franco sigue sus sueños
“Quince años estamos aquí cumpliendo. Primero anduvimos en la industria como obreros, 25 años, pero eso ya no me funcionó. Tuve la oportunidad de conocer a una persona que se dedicaba a esto y me echó la mano.”
Persiguió sus sueños para poder ser feliz
Luego de trabajar por 25 años en una fábrica, Mauricio decidió cambiar su vida. Hoy en día tiene 15 años vendiendo raspados, actividad que le ha traído múltiples satisfacciones, aunque asegura que ha sido complicado mantenerse por tanto tiempo.
Mauricio Franco ha cambiado su vida
“Sí, es bastante difícil, pero aquí andamos ofreciendo el servicio a la gente. Tuve que abrirme camino solo, tocando puertas, y en algunos lados sí me las abrían, y en otros lados no. Y aun así, todavía… ahora sí que así sobreviviendo, así le digo a los compas.”
Vive tranquilo, disfruta su emprendimiento
A sus 56 años, Mauricio únicamente quiere vivir una vida tranquila. Su emprendimiento le enseñó que su felicidad era más importante que continuar en un trabajo que no le daba la paz y tranquilidad que deseaba. Para él, esto más que un trabajo es su manera de ser feliz.
Mauricio Franco vive feliz
“Que lo que generen sea siempre para ustedes y que siempre lo multipliquen. Esos son los dones que tenemos que aprovechar y multiplicarlos, dice el libro.”
Con información de: Edgar Campuzano, Fuerza Informativa Azteca.
Cumplió su sueño al abrir su florería