El mejor payaso del mundo ha conquistado los escenarios queretanos
David habla seis idiomas, además de que estudió música y canto
La vida de un artista requiere mucha preparación y disciplina, y esto fue precisamente lo que hizo que David Larible fuera catalogado como el mejor payaso del mundo, ya que su talento y carisma han conquistado escenarios en todo el planeta.
David Larible: Comparte su arte
“Que me consideren es un halago, pero que yo me sienta absolutamente no, porque el payaso es una forma de arte y en el arte no hay mejores o peores del mundo”.
Se ha preparado desde muy pequeño
Originario de Italia, David creció en una familia de cirqueros, y desde muy pequeño mostró su talento en el circo de la familia.
David Larible: Comenzó desde pequeño
“Yo, viniendo de una familia de circo de siete generaciones, claro que para mí fue más fácil decidir qué era lo que quería hacer, pero no empecé como payaso, porque mi papá me decía que el payaso es el final de un proceso, no es el comienzo”.
Tenía dudas pero siguió sus sueños
David habla seis idiomas, además de que estudió música y canto, carrera que lo hizo dudar de si debía dedicarse a ser payaso o a ser cantante, ya que la gran voz de barítono que tiene le daba un futuro prometedor en la música. Sin embargo, siguió sus sueños.
David Larible: Tenía algunas dudas
“Muchos años, tengo una preparación muy específica. Mi papá me hizo estudiar danza clásica, me mandó al conservatorio de música estudiando trompeta y canto. Todo lo que es acrobático él me lo enseñó. Hay una preparación atrás importante, todo hay que ver a qué nivel quieres hacerlo”.
Gran satisfacción por su gran talento
Hoy en día, David recorre el mundo entero para mostrar su talento y carisma al público. Con fechas agotadas en todo el mundo, asegura que ser payaso es una de las profesiones más difíciles que hay, pero también una de las más satisfactorias, ya que le ha permitido ver a sus padres orgullosos por todo lo que ha logrado.
David Larible: Vio orgullosos a sus papás
“Fue ver a mi mamá y mi papá en el público que no lo creían, que miraban alrededor con lágrimas en los ojos. Eso fue lo importante para mí, porque era regresarle un poquito de lo que ellos me habían dado”.
Con información de: Edgar Campuzano, Fuerza Informativa Azteca.
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