Paulina transforma fotos de mascotas en arte con alma y emoción

Con cada pincelada, Paulina captura el vínculo único entre humanos y sus mascotas. Su trabajo no sólo inmortaliza caras peludas, también honra el amor incondicional que nos brindan. Entre colores, recuerdos y emociones, transforma una fotografía en una obra cargada de significado.

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Inició como un pasatiempo que tocaba corazones

Lo que hoy se convierte en un encargo personalizado, nació como un detalle desinteresado para quienes más amaba.

Paulina Hemmer, pintaba para sus seres queridos:

“Hace como 8 o 10 años tomando clases y empezando a pintar para mi casa y para regalos, para mi marido, para mis hijos, para amigas, así fue como empecé”.

Con el tiempo decidió convertir su pasión en un emprendimiento.

Paulina Hemmer, convirtió su pasión en fuente de ingresos:

“Pues primero le regalé a una amiga un retrato de una perrita que acababa de fallecer, después a mi hija de sus perritas, también les hice unas pinturas, y así empecé a pintar y me empezaron a pedir obras de gatos, de perros, mi marido que le pintara caballos, etcétera. Entonces el año pasado precisamente fue que dije, pues si tanto me gusta, me siento tan feliz y satisfecha, pues lo voy a hacer mi negocio”.

Las mascotas son su inspiración

Paulina encuentra en los animales un ejemplo de amor puro, y plasmarlos es su manera de honrar esa conexión especial.

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Paulina Hemmer, ama plasmar mascotas:

“Porque yo pienso que específicamente las mascotas son lo mejor que hay en el planeta, porque son incondicionales, porque son amorosas, porque complementan nuestra vida, y yo amo las mascotas”.