El azúcar no solo está presente en los postres, muchos alimentos procesados contienen niveles elevados de este carbohidrato, situación que puede traer efectos negativos en nuestra salud.
¿Tu energía desaparece después de comer?
Uno de los primeros avisos es el cansancio frecuente, especialmente después de comer. Aunque el azúcar nos proporciona energía, la disminución de glucosa en la sangre deja al cuerpo más agotado.
¿No puedes dejar de pensar en algo dulce?
Si es común que los antojos como los postres, el pan o las golosinas sean frecuentes en nuestro día a día, posiblemente seamos dependientes del azúcar. Su consumo genera satisfacción momentánea, pero también puede provocar dependencia.
¿Tu piel ha cambiado últimamente?
Un rostro con presencia de acné, resequedad o arrugas prematuras puede ser una señal de nuestro cuerpo sobre los efectos del azúcar. El exceso afecta la producción de colágeno, esto puede generar daños en nuestra apariencia
¿Sufres de dolores de cabeza frecuentes?
Las altas y bajas en la glucosa pueden representarse con dolores de cabeza. Si este síntoma es frecuente después de comer algo azucarado, es importante buscar atención médica.
¿Te cuesta concentrarte?
La sensación de sentirse desconcentrado y olvidadizo puede ser una señal de la “niebla mental” la cual está relacionada con una dieta alta en azúcar. Nuestro cerebro también se ve afectado ante los cambios en la glucosa.
Reducir el consumo de azúcar no quiere decir que se eliminarán todos los problemas de raíz, pero el estar atento a lo que comemos y a lo que sentimos es importante. Llevar una alimentación sana puede marcar la diferencia.
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