El amor por los animales no es solo una afición, sino una misión de vida para Rosario Camacho. Esta es una historia de rescate animal en San Juan del Río, Querétaro. Desde muy joven, Rosy, como la llaman de cariño, ha sentido un profundo afecto por los perros y gatos, les ha dedicado su tiempo y esfuerzo a cuidarlos y protegerlos, especialmente a aquellos que han sido víctimas de maltrato.
Rosario recuerda cómo hace más de 20 años comenzó su labor junto a su esposo, médico veterinario, y su padre. “Ya son más de 20 años cuando yo tuve un albergue un refugio junto con mi esposo médico veterinario y mi papá, entonces teníamos perritos, los cuidábamos, los esterilizábamos y los dábamos en adopción. A partir de ahí quedó esa espinita de poder hacer algo más por nuestro municipio de San Juan del Río”, relata.
En su misión por el rescate animal, Rosy se ha encontrado con situaciones de maltrato animal que la llenan de frustración. “Me da mucho coraje, da frustración, y me dan ganas de que la persona maltratadora sea tratada como debe ser. Escuchar sus excusas, que no son suficientes, porque ningún animalito merece ser maltratado”, señala con indignación.
Hace unos días, Rosy acudió a la localidad de Zacadero, donde rescató a 17 perros, entre ellos tres cachorros, que se encontraban en condiciones deplorables. Gracias a su rápida intervención, estos animales ahora tienen una segunda oportunidad.
Las autoridades municipales han informado que ya se han tomado las medidas correspondientes para investigar y sancionar a los responsables de estos casos de maltrato. La labor de Rosario Camacho, en San Juan del Río, es un recordatorio de la importancia de la empatía y el respeto hacia los animales.
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