El cielo mexicano está a punto de regalarnos un espectáculo astronómico inigualable: la llegada del cometa A3 Tsuchinshan Atlas, conocido popularmente como el “cometa del siglo”. Este evento ha despertado gran entusiasmo en la comunidad científica, ya que podría ser uno de los acontecimientos más importantes en décadas. Aquí te decimos las fechas para verlo en Querétaro.
¿Cuándo podremos observar el “cometa del siglo” en México?
Un dato muy importante es que este “cometa del siglo” no volverá a ser visible desde la Tierra hasta dentro de 26 mil años, lo que convierte a esta oportunidad en algo que no querrás dejar pasar. Pues bien, el “cometa del siglo” hará su aparición en el cielo del hemisferio norte en varias fechas clave, pero habrá momentos específicos en los que será más fácil de identificar y apreciar. ¡Toma nota!
Fechas para ver el “cometa del siglo” en Querétaro y todo México
- 27 de septiembre: día en que el cometa alcanzará su punto más cercano al Sol, lo que podría aumentar su brillo y hacer que empiece a ser visible con telescopios.
- 2 de octubre: a partir de esta fecha, el cometa entrará en su fase nocturna; esto le hará visible durante la noche en el hemisferio norte. Esta será la mejor oportunidad para observarlo con telescopios caseros.
- 12 de octubre: en esta fecha, el cometa estará en su punto más cercano a la Tierra; este es el día para ver cómo el cometa despliega su cola larga y brillante.
- 13 de octubre: aunque el cometa seguirá siendo visible, su brillo comenzará a disminuir con el paso de los días.
¿De qué se conforman los cometas?
A propósito de este “cometa del siglo” que será visible en ciudades como Querétaro, viene al caso recordar que los cometas son cuerpos celestes fascinantes que viajan a través del sistema solar; están compuestos principalmente de hielo, polvo y gases. El núcleo, que es la parte central del cometa, es una mezcla sólida de hielo de agua, dióxido de carbono, amoníaco y metano, junto con rocas y polvo.
Este núcleo es generalmente pequeño, pero puede medir desde unos pocos cientos de metros hasta decenas de kilómetros de diámetro. Al acercarse al Sol, el calor hace que los hielos del núcleo se sublimen, es decir, pasen de estado sólido a gaseoso, formando una atmósfera alrededor del núcleo llamada coma. La coma puede extenderse por miles de kilómetros y está compuesta por vapor de agua, dióxido de carbono y otros gases.
A su vez, la radiación solar y el viento solar interactúan con la coma del cometa, arrastran material y forman la característica cola del cometa, que siempre apunta en dirección opuesta al Sol debido a la presión ejercida por el viento solar. Esta cola puede ser de dos tipos: una cola de polvo, que es curvada y refleja la luz solar, o bien, una cola de iones, que es recta y brilla debido a la fluorescencia de los gases ionizados por el viento solar.
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