En el corazón de San Luis Potosí, la historia de una bruja conocida como La Maltos se mantiene viva en el imaginario colectivo. Conocida por su poder en las artes oscuras y su alta posición en la sociedad de la época colonial, esta figura misteriosa y temida dejó una marca que, hasta la fecha, sigue causando escalofríos en el Edificio Ipiña. Aquí te contamos su historia y los hechos paranormales que aún se le atribuyen.
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¿Quién fue La Maltos?
Durante la época colonial, en tiempos de la Santa Inquisición, las creencias ajenas a la religión católica eran castigadas sin piedad. Sin embargo, La Maltos, una mujer que dominaba la brujería, logró escabullirse del escrutinio de la Iglesia debido a su estatus social y a la protección de un grupo religioso influyente. Se dice que era la única mujer que podía recorrer las calles al caer la noche, montada en un carruaje tirado por caballos negros, una visión que infundía terror en quienes la veían pasar.
La Maltos vivía en lo que hoy se conoce como el Edificio Ipiña o los arcos de Ipiña, una construcción icónica en San Luis Potosí. La gente evitaba acercarse al edificio, no solo por la apariencia sombría de la bruja, sino por los rumores de que en su hogar se llevaban a cabo rituales de magia negra. Estos relatos alimentaron el temor del pueblo hacia ella, quien, además de ser poderosa, era implacable con sus enemigos.
El desenlace de La Maltos llegó cuando decidió ejecutar a dos personas protegidas por una familia influyente de la región. Este acto provocó la furia del pueblo, que la acusó de asesinato y brujería, llevándola a ser condenada a muerte. Sin embargo, en sus últimos momentos, La Maltos pidió un último deseo: que le permitieran dibujar su carruaje en la pared de su celda. Según la leyenda, mientras trazaba el carruaje, los presentes fueron testigos de cómo este cobró vida. La bruja, con una risa siniestra, subió al carruaje y huyó de la prisión, dejando solo un rastro de misterio.
Un legado de terror en el Edificio Ipiña, ¿qué sucede actualmente?
Aunque nunca se volvió a ver a La Maltos, su leyenda perdura en el Edificio Ipiña, donde aún se dice que suceden eventos paranormales. Los visitantes y residentes del edificio aseguran escuchar ruidos inexplicables y avistar sombras que deambulan por los pasillos, atribuyéndolos al espíritu de La Maltos, la bruja que escapó de la muerte. Así, su historia sigue viva en San Luis Potosí, recordándonos los secretos oscuros que oculta el pasado. ¿Te atreverías a visitar el Edificio Ipiña después de conocer esta leyenda?
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